#CuscoDatos. Mientras el gobierno de Dina Boluarte enfrenta una nueva crisis política tras la renuncia del premier Gustavo Adrianzén, en medio de una posible censura respaldada por Fuerza Popular y otros sectores del Congreso, el descontento social se agudiza. Este miércoles 14 de mayo, Cusco se suma al paro nacional de 24 horas en rechazo a la inseguridad y el abandono del Gobierno Central, incluyendo al Congreso, al que acusan de promover leyes que benefician a la criminalidad.
Diversas Organizaciones sociales, gremios y la población anunció su participación en la medida de fuerza; mientras que las autoridades locales, como el alcalde del Cusco, Luis Pantoja; el gobernador regional, Werner Salcedo; y el alcalde de Machupicchu, Elvis La Torre, respaldaron la medida de fuerza, señalando que los reclamos de la región son justos.
Entre las exigencias destacan: La culminación del Gasoducto Sur Peruano y del Hospital Antonio Lorena. La recuperación del Hotel de Turistas de Machupicchu, actualmente en manos de Perú Belmond Hotels S.A., gracias a una medida cautelar del Décimo Segundo Juzgado Civil de Lima, pese a que su contrato de concesión vence este viernes 16 de mayo.
CORREDOR TURÍSTICO
Ante la protesta, el Ministerio de Cultura anunció que los boletos de ingreso a sitios arqueológicos para el 14 de mayo podrán usarse el 15 de mayo. Además, se implementará un corredor turístico seguro desde el Aeropuerto Alejandro Velasco Astete hasta la Plaza Mayor del Cusco, con apoyo policial.
Por su parte, Perú Rail suspendió sus operaciones en algunos tramos, manteniendo solo el servicio entre Machupicchu y Ollantaytambo.
CRÍTICAS AL GOBIERNO Y AL CONGRESO
Dirigentes y ciudadanos culpan a Dina Boluarte y al Congreso por la crisis de inseguridad, acusándolos de blindar a criminales mediante leyes permisivas. Algunos sectores incluso exigen la vacancia presidencial, mientras la tensión política y social sigue en aumento.
El paro del Cusco no solo refleja el malestar regional, sino que se suma a la ola de protestas que podrían intensificar la presión sobre un Gobierno cada vez más debilitado por su propia acción.